La vida en el Lugar de Espera del Cielo

1 Corintios 9:24 Mensaje del Rvdo. Jaerock Lee «¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.» . Hoy les hablaré acerca de la vida de las personas salvas que viven en las afueras del Paraíso. Almas innumerables, que han sido salvas desde el inicio de la cultivación humana, permanecen en el lugar de espera. Si ustedes se enteraran sobre sus vidas allí, entenderían que el reino de los cielos no es sólo un mundo espiritual oscuro, sino que sabrían cuan ordenado y sistemático lugar es el reino de los cielos. También les hablaré sobre la vida de algunos miembros que han entrado al lugar de espera. Espero que todos ustedes miren atrás y vean su fe y la comparen con sus vidas de fe y se preparen apropiadamente como novias hermosas. Después del Gran Juicio del Trono Blanco, muchas de las almas del lugar de espera entrarán a sus propios lugares de morada de acuerdo a sus niveles de fe. Por ejemplo, aquellos de niveles de fe más bajos muestran su respeto a los de un nivel de fe más alto, inclinando su cabeza. 1 Corintios 9:24 dice: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.” ¿Qué se medirá y se registrará para cada persona de acuerdo a nuestra fe? Ello es ¿Cuanto tiempo han vivido una vida religiosa o los títulos que han recibido? O, será ¿Cuantas ofrendas han dado o cuantas tareas han realizado? Todas estas cosas están relacionadas con su recompensa celestial, pero ninguna de ellas es el patrón definitivo para el registro de su fe. El primer patrón de medida para la fe que es aceptable a Dios es, cuanto han logrado la santificación y cuanto se parecen a la imagen de Dios. El Segundo patrón de medida es cuan fieles han sido en todos los aspectos de toda la casa de Dios. De acuerdo a estos dos patrones, la fe de cada alma es exactamente medida y registrada cuando los creyentes dan su último aliento sobre esta tierra. Vivimos en los tiempos finales del mundo, entonces tenemos más tiempo para que podamos mejorar el registro del nivel de nuestra fe. Pueden ver y aprender de las obras de fe de los Padres de la Fe de acuerdo a la actitud de su corazón. La Biblia nos dice claramente que cada uno de los que son salvos estarán en diferentes niveles de jerarquía. Mateo 5:19 dice: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.” Así como 1 Corintios 15:41 dice: “Una es la Gloria del sol, otra la gloria de la luna y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria” Las diferentes posiciones y diferentes glorias que se dan a cada uno en el cielo, se hacen según la justicia de Dios. Es la justicia y el amor de Dios que recompensará a cada hombre de manera diferente de acuerdo a lo que ha hecho y ha sembrado en la tierra. Jesús dijo claramente en Mateo 16:27 “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” y en Apocalipsis 22:12, “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Tanto como ustedes hayan logrado santificar su corazón, se sentarán en el lugar más alto y disfrutarán de mejores lugares para morar y mayores recompensas en el cielo. ¿Pueden imaginarse cuantas almas han sido salvas hasta ahora? Su clasificación ha sido decidida, pero su posición puede cambiar según su esfuerzo. En la medida que desechen lo malo de su corazón y logren un corazón bueno, su posición espiritual puede subir tan alto como miles o decenas de miles de posiciones en clasificación general. Pensemos en algunos ejemplos. Supónganse que antes han juzgado negligentemente a otros, pero ahora han cambiado e intentan comprender a todos con bondad, y anteriormente han albergado hostilidades cuando fueron maltratados, pero ahora dan gracias en cualquier tipo de tratos. Entonces, su posición espiritual en el cielo diferirá enormemente con aquel pequeño cambio en su espíritu y su bondad. La posición de las almas que han terminado su vida sobre la tierra y que ahora permanecen en el lugar de espera ya no puede cambiarse Ellos tienen que vivir para siempre en la posición que les han dado de acuerdo a su santificación y su fidelidad en toda la casa de Dios. Se permitirán la bondad y el amor que está en el corazón espiritual, porque ningún mal puede consentirse entrar allí. Así que, no habrá ningún reclamo o queja sino sólo paz y acción de gracias. Así, cuando uno encuentre a alguien cuyo corazón espiritual está en una posición más alta en espíritu, sentirá amor y respeto por esa persona, y cuando encuentre a otra persona que está en una posición más baja en espíritu, nunca ignorará o despreciará a esa persona, porque ya no hay ningún mal en su corazón. En el cielo las órdenes no se cumplen por mandamiento u obediencia forzada, sino por amor mutuo y respeto que vienen del corazón. ¿Que piensan que hacen las almas salvas en el lugar de espera? En primer lugar, aprenden el conocimiento espiritual de los profetas. Llegan a conocer de Dios, del reino de los cielos, y de muchas otras leyes del reino espiritual. Y les enseñan del reino de los cielos en el cual ellos entrarán después del Gran Juicio. A diferencia del aprendizaje terrenal, el aprendizaje del conocimiento espiritual en el lugar de espera no es aburrido ni difícil. Al contrario, están llenos de mucha gracia y alegría cuando aprenden. Ahora, entre ustedes, aquellos que anhelan el cielo y el reino espiritual se llenan del Espíritu y de gozo cuando oyen testimonios sobre el cielo y el reino espiritual. Supónganse que Abraham, el Padre de la Fe, les hable sobre el tipo de corazón que él tenía cuando ofreció a su único hijo Isaac y como él pudo mostrar acciones perfectas de fe. Y que Elías, Daniel y el Apóstol Pablo estén con ustedes y les cuenten sus testimonios. ¡Que conmovedor y feliz momento! Mientras las almas permanecen en el lugar de espera, aprenden conocimiento espiritual pero desean saber que está pasando en la tierra. Ellos se preguntan que estará pasando con sus iglesias, cuanto habrá cumplido la iglesia las tareas asignadas por Dios, y cuanto ha logrado la misión de evangelismo mundial. Dios entiende sus corazones y les permite oír noticias actuales de la tierra, a través de algunos de los ángeles que están autorizados a venir a la tierra y a través de algunos profetas cuya fe está en un nivel más alto. Es un placer para las almas que permanecen en el lugar de espera cuando los ángeles y los profetas les dan las noticias actuales de la tierra. Dios me reveló sobre algunas almas que solían asistir a esta iglesia y que ahora permanecen en el lugar de espera. Las almas que asistieron a la Iglesia Manmin permanecen en una parte separada del lugar de espera. Las almas que asistieron a esta iglesia y fueron salvas permanecen en un lugar separado en el lugar de espera. Ellos oran por la evangelización mundial y la construcción del Gran Santuario que son las providencias asignadas por Dios a nuestra iglesia. Así que, las almas que asistieron a esta iglesia y se salvaron viven juntas, oran por la iglesia y el pastor, se regocijan cuando oyen buenas noticias. Igualmente, las almas que permanecen en el lugar de espera del cielo se regocijan y tienen un tiempo feliz cuando oyen noticias sobre la tierra. Hay algunas almas que no permanecen en el lugar de espera del cielo. Esto se refiere a los espíritus-almas que se perfeccionaron completamente y ganaron las calificaciones por las cuales ellos pudieron entrar en la Nueva Jerusalén. Pero ellos aún no han podido entrar a su propio lugar de morada debido a que el Gran Juicio del Trono Blanco no se ha llevado a cabo. Ellos permanecen en un lugar separado en la Nueva Jerusalén y ayudan a Dios con su ministerio para los seres humanos. Elías, Enoc, Abraham, Moisés, el Apóstol Pablo, el Apóstol Pedro, el Apóstol Juan, David y Samuel lograron la santificación completa en sus corazones y fueron fieles en las responsabilidades de toda la casa de Dios. Ellos y algunos más permanecen en el espacio separado en la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén y ayudan a Dios con sus trabajos. Ellos pueden descender no solo al paraíso sino también a la tierra con el permiso de Dios. Por ejemplo, cuando Jesús se transfiguró en la montaña durante su ministerio público, Elías y Moisés descendieron para hablar con Jesús. Algunos de ellos sirven al lado del Trono de Dios mientras que algunos otros descienden al lugar de espera del cielo en las afueras del Paraíso y enseñan a las almas salvas el conocimiento espiritual. Abraham, el Padre de la Fe, cuidó las almas salvas en el Sepulcro Superior hasta que nuestro Señor Jesús resucitó y ascendió al cielo. Hoy les he explicado que tipo de vida viven las almas que permanecen en el lugar de espera. Ellos han terminado la carrera de la fe, es decir, la cultivación humana y les han asignado su propia posición según los registros de sus hechos y trabajan y viven en el orden decidido. Pueda cada uno de ustedes entender claramente que su posición celestial se medirá y se decidirá según la medida de su espíritu y puedan entrar en el espíritu y perfeccionar el espíritu rápidamente, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo yo oro!

1 comentario:

  1. para las almas del lugar de espera es un regocijo recibir noticias de la tierra, y para nosotros que estamos en la Tierra es un regocijo recibir noticias del Cielo!!! gracias Señor por dar a conocer,a través de tus fieles siervos, este conocimiento especifico y revelación de los cielos para que podamos perfeccionarnos en nuestros espíritus. en el Nombre de Jesús. amén!!!

    ResponderEliminar