ALICE COOPER: UN VIEJO ROCKERO QUE SE CONVIERTE AL CRISTIANISMO.
Le ha visto las orejas al lobo. O al diablo. Y Alice Cooper, el rockero que dejaba sueltas serpientes pitones sobre el escenario y guillotinaba gallinas durante sus conciertos, acude ahora a una apacible iglesia evangélica. El músico de Detroit, de 52 años, ha hecho una confesión en la revista de música cristiana «Hard Music Magazine» que habría sido difícil de creer hace pocos meses. «Ser cristiano es algo en lo que vas progresando, es una dinámica en movimiento.
Uno va aprendiendo. Uno va a su estudio bíblico. Uno debe rezar», ha asegurado.