CAPITULO CUATRO – EL PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hagase tu voluntad, como en el cielo, si tambien en la tierra. EL pan nuestro de cada dia, danoslo hoy. Y perdonanos nuestras deudas, como tambien nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentacion, mas libranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. AMEN (Mateo 6:9-13) Ibamos ya a la mitad de camino hacia el hospital y el Renault estaba escalando en una cima, mis pies estaban hacia arriba y el veneno en mi sangre estaba comenzando a aproximarse hacia el cerebro, comence a ver una imagen de un pequeño niño con cabellos casi blancos, y luego vi otro flashazo con otra imagen con un niño mayor con cabello rubio casi blanco, estaba mirando esa imagen y pensando: “Ey! Tiene el cabello blanco”, pero de pronto me di cuenta que me estaba mirando a mi mismo, estaba viendo mi propia vida retrocediendo, fue una experiencia aterradora, mirando escenas de mi propia vida pasando como si fuera una pelicula de video, clara y nitida con mis ojos completamente abiertos. Miraba y pense: “He oido acerca de esto. La gente dice que justo antes de morir ven toda su vida pasando delante de ellos.” Me dije a mi mismo: ”Soy demasiado joven para morir, por que fui a bucear? Que idiota, debi haberme quedado en casa”. Mis pensamientos estaban corriendo, ahora sabia que estaba confrontando una muerte inminente. Dificilmente podia oir los latidos de mi corazon y yacia ahi preguntandome que pasaria si muriera?, hay algo despues de la muerte? A donde ire si muero? Despues vi una clara vision de mi madre. Era como si ella me estuviera hablando esas palabras que me dijo tanto tiempo atras: ”Ian, no importa que tan lejos de Dios hayas llegado, no importa lo que hayas hecho mal, si suplicas a Dios desde el fondo de tu corazon, el te oira y te perdonara”. En mi corazon yo pensaba: ”Creo que hay un Dios? Voy a ponerme a orar?” Casi me habia convertido en un ateo devoto, no creia en nada ni en nadie, sin embargo ahi estaba confrontando por esta vision de mi madre. Hable con mi madre acerca de esto mas tarde cuando regrese a Nueva Zelanda. Ella dijo que ella se habia despertado bien temprano esa misma mañana, Dios le habia mostrado mis ojos inyectados de sangre y le dijo, “ tu hijo mayor Ian esta casi muerto. Ora por el ahora mismo” Asi que ella comenzo a orar por mi. Ahora bien, por supuesto que sus oraciones no pueden salvar mi alma, ella no me puede llevar al paraiso, pero yo sabia que necesitaba hacer una oracion, no sabia que orar o a quien orar, a que dios debia orar? A Buddah, Kali, Shiva? Hay millones de ellos, aunque no habia visto a Buddah o Krishna o algun otro dios o hombre ahi en la vision, yo vi a mi madre, y mi madre sigue a Jesucristo. Pense: “No he orado por años, que es lo que tengo que orar? Que debe uno orar justo en este momento?, cual es la oracion que uno dice cuando uno se va a morir?” Entonces recorde que de niño mi mama me enseño el Padre Nuestro. “Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu Nombre, venga tu reino, hagase tu voluntad asi en la tierra como en el cielo….” Asi que pense, que eso era lo que deberia orar, esa era la unica oracion que yo conocia. Empece a decirla pero, no podia recordarla, era como si el veneno que se estaba aproximando a mi cerebro me estaba inhabilitando para poder aun pensar, estaba apagandome la mente, era horroroso, habia dependido tanto de mi mente y mi intelecto y ahora de repente se me estaba muriendo, totalmente en blanco, cero!. Mientras yacia ahi recorde tambien a mi madre que me decia “Uno no ora desde la cabeza, uno ora desde su corazon”. Asi es que dije: “Dios no se donde esta esa oracion, la quiero decir, ayudame”, cuando dije eso, esa oracion llego literalmente desde mi hombre interior, desde mi espiritu. Ore, “Perdona nuestras deudas” y prosegui: “ Dios te pido que me perdones mis pecados, pero he hecho tantas cosas malas. Yo se que estan mal, mi conciencia me dice que estan mal, si tu puedes perdonarme todos mis pecados, y no se como puedes hacer eso – no tengo idea como los puedes perdonar – por favor perdoname mis pecados”. Y realmente lo decia de corazon, tenia ganas de llorar y sacar todo eso. “Dios perdoname” Cuando termine de orar eso, otra parte de la oracion salio de mi “Asi como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Yo entendi que eso significaba que yo tenia que perdonar a aquellos que me habian lastimado, “Bueno yo no guardo rencores, Hay varias gentes que que me han lastimado y que me han traicionado y dicho cosas malas en contra mia y que me han hecho cosas terribles – los perdono” Entonces oi la voz de Dios diciendo: “Perdonaras tambien al hindu que te empujo fuera de su carro y al hombre chino que no te quiso traer al hospital?”. Pense, “mhh, tenia otros planes , si es que lograba salir de esta”, pero bueno pense: “ Okey, los voy a perdonar, si tu me puedes perdonar a mi, yo tambien los puedo perdonar a ellos. Los perdono.” La siguiente frase de la oracion llego a mi: “Hagase tu voluntad”. Yo habia hecho todo a mi modo los ultimos 20 años. Dije: “Dios si logro salir de esto, yo nisquiera se cual es tu voluntad, no tengo idea de cual es tu voluntad – se que no es hacer cosas malas, pero no tengo idea cual es tu voluntad. Si logro salir de esta, voy a averiguar tu voluntad para mi vida y la voy a hacer, voy a determinarme seguir tu voluntad con todo mi corazon si logro salir de esto”. Yo no lo entendia en ese momento, pero esa era mi oracion por mi salvacion, pero desde mi corazon, pidiendole a Dios: “Dios perdoname por mis pecados y mi maldad, Dios me limpio. Perdono a todos los que me han lastimado. Y Jesucristo , voy a hacer tu voluntad, sea hecha tu voluntad, te voy a seguir” Habia hecho la oracion del pecador, la oracion de arrepentimiento hacia Dios. Una paz increible vino sobre mi corazon mientras oraba la oracion, era como si el miedo me hubiera dejado, el miedo a lo que iba a venir. Todavia estaba muriendome, lo sabia, pero yo estaba en paz con ello, ya habia hecho las paces con mi creador. Lo sabia, sabia que por primera vez habia tocado a Dios y que de hecho lo habia oido. Nunca lo habia oido antes pero ahora lo estaba oyendo hablandome a mi. Nadie mas me pudo haber recordado la oracion de El Padre Nuestro.

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