CAPITULO TRES – LA PRUEBA DE RESISTENCIA

Cuando mi espiritu se angustiaba dentro de mi, tu conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo. Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer; no tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida. Salmos 142:3-4 Mientras me estaba ahi sentado un cansancio se apodero de mi y me recoste en el camino viendo hacia las estrellas. Estaba apunto de cerrar mis ojos y quedarme dormido, cuando oi una voz clara que me hablo , y dijo: “ Ian, si cierras los ojos nunca podras despertar otra vez”. Me sacudi y trate de quitarme esa sensacion de sueño y pense: “ Que estoy haciendo!? No puedo quedarme dormido aqui, necesito ir al hospital, necesito recibir anti-toxinas, y necesito recibir ayuda, si me quedo dormido aqui tal vez nunca despierte”. Asi que trate de pararme otra vez, pude lograrlo y llegar lentamente hacia la carretera y encontre un par de carros junto a un restaurante, que no sabia que estaba ahi, fui directo hacia los coches y les rogue a los conductores que me llevaran al hospital, los hombres en los coches me vieron y dijeron: “Cuanto dinero nos vas a pagar?” Si ustedes hubieran vivido en Asia sabrian que eso es normal, si tienes dinero, tu puedes ir, si no tienes dinero no vas a ningun lado. Asi que les dije, “No tengo dinero” hablando fuerte, despues me di cuenta lo tonto que fui, nunca debi haber dicho eso, pude haber mentido, pero no lo hice, solo dije la verdad, no tengo dinero. Los tres conductores solo se rieron de mi: “estas borracho, estas loco”. Se voltearon, prendieron un cigarro y empezaron a alejarse. Entonces oi una voz clara decir otra vez: “Ian, estas dispuesto a rogar por tu vida?” Seguro que lo estoy, y ademas se como hacerlo, habia vivido en Sur Africa lo suficiente, habia visto hombres negros juntando sus manos e inclinar sus cabezas hacia los hombres blancos y decir, “Si jefe, si amo”, asi que lo habia visto, y era bien facil para mi ponerme de rodillas por que mi pierna derecha estaba totalmente muerta, y mi pierna izquierda ya estaba debilitandose, estaba en direccion hacia el carro , asi que solo me incline en mis rodillas junte mis manos, baje mi cabeza y comence a rogarles por mi vida, estaba a punto de llorar, por que sabia que si no llegaba pronto al hospital , no iria ya a ningun otro lado. Si estos hombres no tienen compasion de mi y amor en sus corazones, y misericordia para conmigo, morire aqui mismo enfrente de ellos. Asi que comence a rogar a suplicarles por mi vida, con mi cabeza agachada vi sus pies, dos de ellos se alejaron, pero vi a un hombre joven moviendo sus pies con indesicion, parecia que no se decidiria nunca, al final vino y me levanto, no hablo solo me ayudo a entrar en el carro, y comenzo a manejar. A la mitad del camino cambio de decision, y comenzo a demander “En que hotel estas alojado hombre blanco?” yo le conteste que no estaba alojado en ningun hotel sino en un bungalow en la bahia de Tamarin, el penso que yo le estaba mintiendo y se enojo de que tal vez no le daria ningun dinero despues de todo : “Como voy a recibir mi dinero?” me replico, yo le conteste “Te dare todo el dinero que tengo!” Cuando tu vida esta en juego , el dinero no significa nada. Yo le dije “Te dare cualquier cantidad que quieras solo llevame al hospital, te lo dare todo” Pero el no me creyo. Asi que cambio de parecer y me llevo a un hotel turistico grande, y me dijo: “te voy a dejar aqui, no te voy a llevar” – “No!” replique, “”por favor lleveme, me estoy muriendo”, el solo se acerco me quito el cinturon de seguridad, abrio la puerta y me dijo: “Salte de aqui!”. “No puedo salir, no me puedo moverme” replique, asi que solo me avento hacia afuera. Mis piernas todavia estaban dentro, asi que las levanto y las avento hacia afuera, cerro la puerta y se marcho. Yo yacia ahi, senti que me daria por vencido, pense: “Bueno que caso tiene tratar de llegar al hospital?, si tu numero fue el escogido, solo muerete”. Entonces mi abuelo vino a mi mente, el estuvo en la Primera y Segunda guerras mundiales, el habia estado en Gallipoli, y y habia peleado en Egipto peleando en contra de Rommel. Recorde eso y recorde como mi abuelo habia sobrevivido dos guerras mundiales y aqui estaba su nieto dandose por vencido por que cinco miserables medusas lo habian picado! Asi que pense “Seguire hasta el ultimo respiro, no te rindas todavia Ian!”. Usando el unico brazo que me quedaba bueno trate de jalarme a mi mismo hacia la entrada del hotel. Pude ver algunas luces prendidas. Para mi sorpresa el guardia de seguridad que estaba haciendo la ronda con sus linternas apuntaron directo hacia mi. Un hombre vino corriendo. Lo mire y lo reconoci, era uno de mis amigos de borracheras. Era un tipo negro y grande se llama Daniel, un enorme y agradable hombre. El llego corriendo hacia mi y pregunto: “Que te sucede, estas borracho, te golpearon, que te pasa?” me arremange la camisa para mostrarle el brazo y el pudo ver todos las ampoyas, y toda la hinchazon. Me tomo en sus brazos y corrio. Era como tener a un enorme angel que me recogia. Corrio dentro, paso la piscina y me puso en una silla. Mas o menos unos tres metros mas alla los dueños del hotel que eran chinos estaban jugando mahjong y tomando, todos los turistas habian ido a la cama, el bar estaba ya cerrado y ellos estaban apostando. Daniel me dejo ahi y desaparecio en la obscuridad otra vez. Me preguntaba a donde habia ido, pero despues me acorde de que un hombre negro no puede hablar con un hombre chino en este pais, al menos que se le pida que hable. Iba a tener que tratar de comunicarme con estos chinos por mi mismo. Asi que me incorpore y les mostre mi brazo hinchado y picoteado; les dije: “Necesito ir al hospital de Quartre Bonne inmediatamente, he sido picado por cinco medusas”, hasta trate de hablar algo de chino, ellos se rieron, uno de los jovenes se levanto y dijo “ Oh joven blanco, la heroina no Buena para ti, solo hombres maduros toman el opio.”, el penso que yo estaba bajo el efecto de drogas por que le mostre mi brazo y se veia como inyectado desde la distancia. Me estaba enfureciendo y frustrando por esto. Permaneci ahi tratando de guardar la calma, por que sabia que si me excitaba demasiado el veneno se moveria con mayor rapidez, pero todo mi cuerpo, cada musculo, se empezo a torcer y a contraer, estaba literalmente brincando de la silla con cada contraccion mientras el veneno reaccionaba en mis musculos. Los hombres chinos vinieron corriendo y tres hombres trataron de mantenerme sentado, pero no podian contenerme, los aventaba. Cuando termino estas increibles sacudidas, un frio aterrador se movia lentamente sobre mi hueso, pude literalmente ver una obscuridad arrastrarse en el interior de mi hueso. Era como la muerte arrastrandose sobre mi. Sabia que mi cuerpo estaba muriendo, ahi mismo en mi presencia, estaba increiblemente frio. Los hombres empezaron a poner sabanas sobre mi tratando de mantenerme caliente, yo estaba todavia tratando de sobrevivir, y les pedi: “Por favor llevenme al hospital”. Un hombre puso su mano sobre mi hombro y dijo: “No, esperaremos a la ambulancia joven blanco”. Asi que me quede ahi pensando: “No creo que alguna vez llegue a ese lugar” entonces llego la ambulancia y fuera de la nada aparecio Daniel con otro hombre de seguridad, me tomaron en sus brazos y se fueron, entonces me di cuenta de que el mismo Daniel se habia ido directo al telefono a llamar a la ambulancia. Asi que la ambulancia llego, vino gritando con sus luces y sonidos, se dio la vuelta en U enfrente del hotel, y se fue otra vez, el chofer de la ambulancia era de un hospital de negros, entonces cuando no vio a ninguno en la entrada del hotel de los chinos obviamente penso que estaba en la direccion equivocada. Asi que ahi estaba yo, en la mitad del camino hacia el final de mi vida, y podia ver la ambulancia desapareciendo en la esquina. Trate de chiflar pero mi boca estaba tan mal que no salio nisiquiera algun sonido. Daniel vio lo que trataba de hacer asi que chiflo lo mas alto que pudo, el chofer de la ambulancia debio haber tenido la ventana abierta por que las luces se encendieron nuevamente el carro vino de regreso. La ambulancia era un viejo Renault 4 con uno de los asientos delanteros arrancado y puesto otro tipo de asiento en su lugar, eso era muchachos, eso era la ambulancia. Eso no me preocupaba, no me importaba lo que me llevara al hospital, el conductor nisiquiera se bajo, solo abrio la puerta y Daniel me metio en ese asiento, nada de preguntas: como esta tu mama, como estas tu, quieres una sabana, que te sucede?, nada, solo comenzo a manejar, yo solo trataba de no cerrar los ojos, sabiendo que tenia que mantenerme despierto hasta que me dieran algun anti-veneno,. Si solo pudiera sobrevivir hasta llegar al hospital.

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