CAPITULO OCHO – LAS ONDAS DE AMOR

Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seais llenos de toda la pleniud de Dios. Efesios 3:19 Entonces este era Dios!! El es la luz. El sabia mi nombre y supo los pensamientos secretos de mi Corazon y mente. Pense: “Si este es Dios, entonces el seguro es capaz de ver todo lo que he hecho en mi vida.” Me senti totalmente expuesto y transparente ante Dios, senti verguenza y pense: “Han cometido un error y han traido a la persona incorrecta aqui arriba. No deberia estar aqui, no soy una persona muy Buena, deberia esconderme debajo de alguna roca o regresar a la obscuridad donde pertenezco.” Empezaba a moverme lentamente de regreso hacia atras cuando una onda de luz salio de delante de Dios hacia mi. Era lo ultimo que yo esperaba, en lugar de juicio empece a ser lavado con amor puro. Puro, sin adulterer, limpio, inhibido, inmerecido, amor. Me empezo a llenar desde dentro hacia fuera. Pense: “Tal vez Dios no conoce todas las cosas que yo he hecho mal”, asi que procedi a decirle todas las cosas repugnantes que habia hecho a escondidas en la obscuridad, pero era como si El ya me hubiera perdonado, y la intensidad de su amor solamente se intesifico mas. De hecho, despues Dios me mostro que cuando yo le pedi perdon en la ambulancia, fue entonces que el me perdono y me lavo mi espiritu de toda maldad. Me encontre a mi mismo llorando incontrolablemente mientras el amor se hacia mas y mas intenso. Era tan limpio y puro. No me habia sentido amado en años , la ultima vez que recuerdo que me senti amado fue por mi mama y mi papa cuando me encontraba en casa, pero me habia salido a lo mas crudo del mundo y lo que encontre ahi no fue mucho amor. He visto cosas que pense que eran amor, el sexo no era amor, eso solo te quema, la lujuria era solo un fuego furioso interior, un deseo incontrollable que te quema desde dentro hacia fuera. Permanecia ahi, las ondas de luz se detuvieron y estaba encasillado en pura luz y lleno de amor, habia una gran quietud. Pense para mi: “Estoy tan cerca, me pregunto si puedo caminar hacia dentro de esa luz que rodea a Dios y verlo cara a cara”, si pudiera verlo cara a cara conoceria la verdad”. Estaba harto de oir mentiras y mas mentiras, queria saber la verdad, habia estado en todas partes por buscar la verdad, y nadie parecia ser capaz de decirmela. Yo hablaria con el que fuera que pudiera decirme el verdadero significado de la vida, la verdad, que era lo que estaba pasando, algo tiene que ser la verdad. Y pense, si solo pudiera atravesar ahi y ver a Dios cara a cara, entonces conocere la verdad y conocere el significado de la vida, nunca tender que preguntarle a otro hombre, mujer o niño nunca mas, yo la saber. Podria caminar hacia adentro?, no habia ninguna voz diciendome que no podia, asi que, camine hacia adentro de esa fuente de luz, di mi mejor paso hacia adentro y camine a traves de la luz, mientras lo hice fue como si caminara a traves de velos de luces suspendidas, como estrellas suspendidas o diamantes dando el resplandor radiante mas impresionante, la luz continuo sanando las partes mas profundas de mi ser, como si estuviera sanando mi destrozado hombre interior, sanando mi roto corazon. Me dirigi hacia la parte mas brillante de la luz. Parado en el centro de la luz estaba un hombre con deslumbrantes ropas blancas que le daban hasta los tobillos, sus ropas no estaban hechas por fabricas humanas sino que eran como ropas hechas de luz. Mientras iba alzando mis ojos hacia arriba, pude ver el pecho de un hombre con los brazos extendidos como si me estuviera dando la bienvenida. Mire hacia su cara, era tan brillante, parecia como si fuera diez veces aun mas brillante de la luz que ya habia visto; hacia al mismo sol verse amarillo y palido en comparacion. Era tan brillante que no podia llegar a averiguar las caracteristicas de su cara, y mientras lo veia podia sentir que la luz emanaba una pureza, una santidad. Supe entonces que estaba en pie ante la presencia del Dios Omnipotente – nadie sino Dios podria verse asi. La pureza y santidad continuaba emanando de su cara y comence a sentir que esa pueraza y santidad penetraban dentro mio. Queria acercarme mas para poder ver su cara, no sentia ningun miedo sino una total libertad mientras me movia en su direccion. Estando ahi de pie a tan solo unos pies de distancia de El, trate de mirar dentro de la luz que rodeaba su cara pero mientras lo hice el se movio hacia uno de sus lados, mientras el se movia toda la luz se movia junto con El.

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